Qué mejor forma de cubrirse en invierno que con una cobija de lana pura… pues eso mismo pensamos para la casa y manos a la obra rellenamos todo el tejado con 800 kilos de lana directamente esquilada. La lana compramos casi toda al pastor de Ibieca, y lo que nos faltaba a una cooperativa de Monzón. La hemos tratado con una mezcla de borax diluido a un quinto en agua a lo que hemos añadido esencias de árbol de té y otras. Cómo no queríamos perder la lanolina (grasa que naturalmente protege la lana pero que se va perdiendo con el tiempo), no sumergimos la lana sino que la rociamos por ambos lados con la mezcla a alta temperatura (más de 70 ºC.) para luego secar la lana (este proceso fue muy tedioso y largo)
Sobre las tablas clavadas sobre los cabios grapamos un geotextil para que la sociedad de la lana no caiga por los huecos de las tablas. Después a colocar listones de madera de 5 cm de espesor y 15 cm de altura para formar unas cajoneras para la lana. Clavamos clavos por doquier para que la lana quedara bien agarrada y no fuera deslizando con el tiempo cubierta abajo. También atornillamos todas las prolongaciones de estos tabiqueros y les dimos forma con la caladora (58 veces!!)… un precioso resultado para decorar el alero.
Colgando Lana esquilada recien tratada con borax from Theego on Vimeo.