Esperando a tener los permisos para empezar la obra nos hemos puesto este verano a hacer adobes, con la receta antigua:
- Hemos copiado un molde que nos han prestado en el pueblo (40x20x10 cm) y lo hemos rehecho de madera cepillada (cuanto más lisa mejor), con espacio para dos de vez y posteriormente hemos hecho uno con tres espacios (mejor).
- Hemos creado un espacio plano para el secado (y posteriormente lo hemos cubierto con una malla de sombreo para nosotros y un secado más lento).
- En los montones de tierra creados al abrir el hueco de la balsa, hemos creado un hoyo en la zona alta y los hemos rellenado de agua. La tierra de nuestro terreno es bastante pura (90% arcilla, 8% limo y 2% arena y ninguna piedra!)
- Al día siguiente, el barro esta listo, aunque hay que añadir más agua y a pisar!
- Vamos pisando añadiendo poco a poco paja hasta conseguir la consistencia perfecta, que es cuando ya no puedes ni caminar sobre el barro de los «atado» que está por la paja
- Rellenamos carretilla con la mezcla y la volcamos sobre el molde mojado (o espolvoreado de arena) y la amasamos para que no haya burbujas y se rellenen bien los huecos. Luego pasamos un vara de madera mojada para enrasar apoyando en los bordes del molde.
- Se retira el molde (si no está muy mojado cuesta sacarlo) y se deja secando por tres días. Luego se ponen de perfil y lo dejamos 7 días.
- Una vez secos los apilamos sobre pales… y los tuvimos así apilados más de una año hasta que empezamos a ocuparlos (se puede construir con ellos unas vez secos)